La segunda vida del río Messanu

“Seguridad alimentaria” es un término que a una gran parte de la población puede no decirle nada o no tener muy claro que se esconde detrás de este concepto.

La seguridad alimentaria, no es otra cosa que el derecho de toda persona a tener acceso a una alimentación apropiada y en cantidad suficiente para garantizar su desarrollo. Este término puede parecer algo lejano a una gran parte de la población de los países denominados desarrollados, pero es algo que miles de familias, en otros lugares del mundo, lo tienen muy presente.

Estas familias afrontan constantemente problemas de muy diversa naturaleza, para poder garantizar el suministro de alimentos a todos los miembros de su familia. Estos problemas van desde conflictos armados, sequías, desastres naturales, competencia desleal, cambio climático, escasez de recursos o hábitats con condiciones extremas.

Un claro ejemplo de esta falta de seguridad alimentaria es la zona norte de Tigray, donde la escasez de agua y la degradación del medio natural ponen en riesgo a miles de familias.

Desde hace algunos años la Fundación Etiopia Utopia Fundazioa Tikal, lleva trabajando con ONG locales y administraciones de la región de Tigray en proyectos de rehabilitación y protección de cauces de ríos, que permiten a las familias campesinas de la región mantener sus tierras de cultivo y sus sistemas de regadío, para que de esta manera puedan garantizar la viabilidad de sus cosechas.

Desde el año 2017, se viene trabajando en el proyecto Kainaberak II, el río Messanu, situado a pocos kilómetros al sur de la ciudad de Wukro. El proyecto centra sus esfuerzos en llevar a cabo una rehabilitación de las riberas del río a lo largo de 6 km, y evitar así la pérdida de tierra fértil y de cultivo de muchas de las familias que dependen, únicamente, de las cosechas de dichos campos.

El río Messanu en estos 6 kilómetros de recorrido atraviesa una vega con tierras de cultivo a ambas orillas de su cauce. Es un río permanente, es decir que mantiene el agua durante todo el año, cosa no muy común en esta región, puesto que la época de lluvias se concentra casi en exclusiva durante los meses de julio y agosto.

Este cauce riega las tierras de cultivo de todas las familias que tienen sus minifundios de no más de 0,7 hectáreas por familia, mediante un sistema de canales abiertos de riego o directamente con motobombas desde el propio lecho del río. La posibilidad de riego durante todo el año permite a las familias obtener hasta tres cosechas, lo cual garantiza su seguridad alimentaria y tener unos pequeños ingresos con los excedentes de la producción.

Como en la mayor parte del mundo, en Etiopía las mujeres son las responsables en abastecer de comida y agua a sus familias, por lo que asegurar la producción agrícola les evita desplazarse a otros lugares o tener que buscar alimentos por otras vías. Esta disminución en la carga de trabajo facilita a las mujeres tener una mayor participación en las diferentes actividades dentro de las comunidades. La erosión de las riberas desprotegidas  del río Messanu, hace que las tierras de cultivo más cercanas al cauce se desprendan y se pierdan. Esta pérdida de terreno se acentúa en la época de lluvias donde el caudal del río multiplica hasta 30 veces  su cauce normal y arrastra todo a su paso sin oposición.

Es por ello que el proyecto Kainaberak II, centra sus esfuerzos en luchar contra la erosión y garantizar el riego de las tierras de cultivo, planteando un plan de actuación a 4 años. Este plan comienza con el estudio y análisis de la situación del río y de sus necesidades más urgentes.

En la identificación del río se prioriza la intervención en un azud de riego. Esta estructura construida hace más de 20 años y a la que no se le ha dado mantenimiento está a punto de colapsar, por lo que dejaría sin riego a más de 100 familias condenándolas a depender de una sola cosecha al año y no garantizar su seguridad alimentaria. Se decide intervenir en la reparación de este azud y desde un inicio cuenta con la participación de las administraciones locales, las familias campesinas y la ONG local y socia de la FEU. La comunidad, tanto hombres como mujeres, contribuye con parte del trabajo de acarreo de material y de excavación de manera voluntaria y gratuita, pues entienden la urgencia y necesidad de la obra y que sus cosechas dependen de la consecución del objetivo antes de la llegada de las lluvias. Para evitar el arrastre de material se plantan algunas plantas y arbustos que fijarán los sedimentos a la ribera.

Kainaberak II sigue adelante dentro del plan diseñado en conjunto por la FEU y REST, y el objetivo prioritario para el año 2019 es el de compartir conocimiento en nuevas técnicas de protección de riberas del río. A través de este conocimiento se podrá continuar con la rehabilitación del río Messanu de una manera más sostenible y eficiente.