Kisanet Desta, la guerra destruyó el acceso al agua potable

El siguiente testimonio nos lo han hecho llegar los compañeros de REST:

Kisanet Desta tiene 22 años y vive en el distrito de Gherealta, sub-distrito de Dinawale. Caminar 8 horas de ida y vuelta para buscar agua de un río muy sucio y de otras fuentes hizo que Kisanet abandonara su educación en 4º grado. Debido a la escasez de agua potable en los alrededores, ella y su familia compartían el agua con los animales de una fuente común. Las largas colas y las pocas fuentes existentes, le hacía perder muchas horas a esta joven, cuya madre está enferma y no puede caminar mucho y cargar cosas pesadas. Todo esto hizo que Kisanet tuviera que ocuparse de recoger agua y de cuidar a tres miembros de la familia en el hogar. Ir a la escuela era imposible.

El año 2019 la esperanza llegó a su casa. REST, en colaboración con nuestra Fundación, construyó dos cisternas de recogida de agua en el tejado de la escuela; tanto las y los alumnos, como la comunidad de los alrededores se beneficiaban de ello y el acceso al agua fue mucho más fácil para Kisanet y su familia, que podía recogerla de los camiones cisterna.

Desde que comenzó la guerra ha vuelto una época oscura para ella; los camiones cisterna se han quedado secos y no hay nadie que apoye a las personas que llenan el camión cisterna.

Kisanet está triste y muy preocupada por la terrible situación en Tigray. Ha tenido que volver a caminar largas distancias como de costumbre, pero con mayor peligro por la guerra. Nos contó que estaba desesperada y llena de dolor y que debido a la guerra, tenía miedo, pero dice:
“No tengo otra opción que levantarme y volver a recoger agua sucia que compartimos con los animales. Mientras vagaba para conseguir agua, escuché de nuevo una cosa esperanzadora. REST comenzó a llenar el camión cisterna transportando agua pura desde zonas lejanas. Nuestra vida comenzó a mejorar. El agua del camión cisterna está a 5 minutos de mi casa. Es un gran apoyo para nosotros. En nuestra zona el agua es más cara que la comida. Si me pides agua, me resulta difícil, pero si me pides pan, es fácil. Me faltan palabras para expresar mi felicidad por la ayuda. Simplemente me gustaría dar las gracias por el apoyo”.

AGUA

La guerra ha dejado cientos de miles de personas sin acceso a agua segura debido a los combates, la destrucción de puntos de agua y el desplazamiento de la población. Ello tiene como consecuencia el riesgo de enfermar, incluso morir, al beber agua contaminada. Se están dando casos de muerte de niños y niñas por diarreas.

Mediante el envío de camiones cisterna desde las zonas seguras, se está almacenando agua en los depósitos que construimos en el año 2019, a través de un proyecto socio-sanitario para la facilitación del desarrollo educativo de las escuelas de Diniwade y Tsawnet

Un total de 4.565 personas, que representan un total de 925 hogares, muchos de ellos a cargo exclusivamente de mujeres, se han beneficiado de los 13.000 litros de agua limpia que hasta ahora se han transportado desde Wukro a esas dos localidades.